¿ P O
R Q U É H A Y
L I B R O S ?
Hubo un tiempo, hace mucho, en que
los libros no existían.
Entonces era imposible guardar, de algún modo, la información que había.
Y todo el conocimiento terminaba perdiéndose.
Las
personas que viajaban por el mundo contaban lo que habían visto. O inventaban
canciones. Así, los que sabían algo y deseaban enseñarlo, sólo podían usar su
voz.
Otros
(los que escribían correctamente), redactaban cartas. Para eso, tomaban una
pluma de pájaro. Luego la cortaban al medio y mojaban la punta en un frasco de
tinta. Escribían una línea, le echaban talco para que se secara bien y así,
poco a poco, continuaban hasta el final.
Completar una sola hoja podía llevar horas... Con el tiempo, muchos de
esos papeles acabaron desteñidos, rotos o simplemente olvidados en el cajón de
algún viejo armario.
Años
después, a alguien se le ocurrió juntar todas las cartas que hablaban sobre lo
mismo. Y así aparecieron los primeros libros manuscritos. Un libro sobre
viajes. Otro sobre plantas. Otro sobre animales...
Un
día, el señor Gütemberg –un artesano alemán que trabajaba con hierro- creó un
aparato. Fue un instante mágico en la historia del mundo.
- Voy a hacer pequeñas letras que se puedan
mover de lugar –dijo-. Muchas “A”, muchas “B”, muchas “C”... Entonces, podré
armar oraciones. Con varias oraciones haré una página entera. Y si les paso
tinta con un rodillo y apoyo las oraciones de metal sobre un papel... ¡tendré
una hoja escrita! ¡Y mejor que con mi propia mano!
Así
nació la imprenta.
Si
alguien quería hacer un libro de diez páginas, debía preparar diez planchas de
metal. Todas estaban llenas de letras que formaban oraciones. Algunas, hasta
tenían dibujos.
Para
imprimir cien libros, se debía pasar la tinta por cada página... después,
apoyar cada plancha de metal sobre el papel, cuidando de copiar bien cada
letra... y realizar esa operación cien veces... ¡Cuánto trabajo!
Ahora
que sabes esto...
¿No
te parece genial que puedas elegir el libro que quieras y leerlo sentado bajo
un árbol?
¿No
te parece maravilloso que existan las bibliotecas?
¿No
te parece increíble que tocando un botón de la computadora puedas entrar a las
bibliotecas más grandes del mundo? ¡Y ver miles de libros que te muestran
millones de cosas que no conoces!
Cuantos más libros leas, más alto podrás volar.
Tal
vez sea por eso que la palabra LIBRO se parece tanto a la palabra LIBRE.
(c) Carlos Marianidis
Buenos Aires
Carlos Marianidis es escritor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comentá esta nota